Cómo elegir un buen corredor de propiedades

Se trata de uno de los negocios más importantes de la vida

la venta o compra de una vivienda no deja indiferente a nadie. Además de transar una alta suma de dinero, están en juego expectativas y sentimientos. ¿En qué hay que fijarse para dejar en buenas manos el futuro del hogar? Acá detallamos las claves.

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No es lo mismo comprar un kilo de pan que una casa. Y aunque la frase parezca chiste repetido, puede ser un chiste muy malo si es que no se toman las precauciones del caso. Comprar o vender un inmueble es, quizá, la actividad comercial más importante para una persona en su vida.

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Pero son pocos los que tienen experiencia en el tema, y menos los que conocen en detalle los pasos legales a seguir. Entonces se busca asesoramiento. “El problema es que hay asimetría en la información inmobiliaria. Es como un médico frente a un paciente, el médico tiene todos los datos, y el paciente nada. En el tema del corretaje pasa lo mismo. Caer en manos de un buen o un mal corredor de propiedades es simplemente un acto de confianza. Plazos: 3 meses son necesarios y suficientes para ver si el servicio de la corredora de propiedades es el correcto. Y es por ese acto de confianza que muchas veces se cae en manos inapropiadas. ¿La razón? No hay exigencias para quienes desarrollan esta labor. Las malas prácticas son más comunes en aquellos corredores que no están asociados a instituciones gremiales, o sea, que no son reconocidos por sus pares.

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Y el espectro de problemas posibles es amplio: desde no lograr vender la propiedad, hasta estafas y embrollos legales. Una de las situaciones más grave es cuando una propiedad es vendida pero tenía orden de expropiación, y ya no se puede echar pie atrás. Ahí todo el sueño se derrumba, por no haber sido asesorado de manera correcta.

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Cómo saber

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Se puede reconocer a un mal corredor cuando éste acepta vender la casa a cualquier precio. Ofrece venderla, por ejemplo, en 100 y después de 6 meses la termina vendiendo en 60. “Muchas veces las propiedades que se seleccionan, no se toman al real precio del mercado. Y ahí hay una mala práctica de muchos corredores que con tal de tener cartera, toman las propiedades a cualquier precio. Y después van bajando y bajando el valor, pero eso genera un importante desgaste de la propiedad”.

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Otro mal indicio es que la persona sea uno de los llamados “corredores de laptop”.En general se duda de ellos porque si ofrecen un servicio, ¿por qué no tienen oficina?, quién los respalda, cómo puedo saber con qué otros profesionales trabaja. Lo ideal es asesorarse con profesionales que no sólo den un servicio comercial, sino que también se preocupen de las otras áreas que van detrás de la compraventa de una propiedad, como la asesoría legal o la obtención de créditos hipotecarios.

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Entre tanta disparidad, surge la legítima duda de cómo ponerle freno a las malas prácticas en el rubro. Lamentablemente, no existe una ley que regularice el corretaje de propiedades, sólo un proyecto de ley de crear un Registro Nacional de Corredores, que está en el Congreso desde el año pasado. Pero los expertos tampoco creen que legalizar sería la solución, ya que sería complicado fiscalizar

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No es lo mismo entrar en una oficina, donde existe un departamento legal que funciona todos los días, a ir donde un corredor que no la tenga. Lamentablemente hay corredores que no lo hacen. Una cosa es cerrar el negocio, y si de ahí en adelante no tienes ningún otro servicio, estás solo en el camino de llevar adelante a escriturar tu propiedad, que es lo más complicado”.

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Las malas prácticas deberían desaparecer con clientes realmente conscientes de conseguir un profesional apropiado. Con ley o sin ley, el asunto es más sencillo si todo queda claro en un papel. En definitiva, es ser exigente con quien está promoviendo uno de los negocios más importantes de nuestras vidas

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OJO CON:

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¿Elegir uno o más corredores?

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Los expertos recomiendan quedarse con uno. Contratar servicios de otros corredores, sólo generaría mayor enredo entre las partes. Además, al ser un solo corredor el encargado de mostrar la propiedad, conoce mejor qué quiere el interesado. Irse a la segura con una empresa consolidada, es la clave.

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¿Cómo se pagan los servicios?

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En las ventas, comprador y vendedor deben cancelar un 2% + IVA sobre el precio de venta. En arriendo la cosa es distinta, ambas partes —arrendador y arrendatario— deben cancelar el 50% del primer arriendo. Los honorarios del corredor son distintos y lo maneja cada oficina. Pero cuidado con dejarse engañar; algunos corredores no cobran honorarios, sólo el porcentaje correspondiente, y después de la venta no siguen asesorando a los clientes. O sea, no cierran el servicio que deberían entregar.

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Barrio en el que quiero vender o comprar

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Muchas oficinas de corretaje se han segmentado y sólo tratan un barrio residencial, como por ejemplo; Los Dominicos, Chicureo o La Dehesa. Si el interés está puesto en un barrio específico, es preferible asesorarse con esas corredoras ya que conocen bien los planos de edificación del sector, el real valor de propiedades, o qué pasará en futuro con tal cuadra.

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Plazos

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Es vital poner límites de días a quien tratará la propiedad. Los convenios con las oficinas de corretaje son por tiempo limitado y se acuerda entre las partes. Lo normal es que una orden de venta sea por 90 días. Si pasado los 3 meses la propiedad aún no se vende quiere decir que algo anda mal; o no se ha publicitado correctamente, o bien, el precio no es coherente

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Valor de la propiedad

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No es recomendable negociar el precio entre propietario y corredor. El profesional debería dar todos los antecedentes sobre el barrio, las otras casas o departamentos que están en venta en el sector, y cuál es el rango de valores en que se mueve. Con todos los datos y debidamente informado, el propietario es quien debería fijar un precio, respaldado por los datos que le entregó la oficina de corretaje.

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Fuente: PortalInmobiliario.com